«Borrar las promesas divinas de la Palabra sería como eliminar el sol del cielo. No habría nada que alegrara nuestra experiencia [...].
«En toda la extensión de nuestro sendero Dios siembra flores de promesa para iluminar y embellecer nuestro viaje [...]. De esta forma él ha hecho nuestra ruta al cielo muy placentera.
«Cuando contemplamos las promesas de Dios podemos hallar consuelo, esperanza y gozo, porque ellas constituyen las palabras del Infinito»
Autor: Elena G. de White
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